Nuestra sociedad se rige por reglas escritas y reglas no escritas que nos permiten funcionar en el día a día. Legalmente estamos obligados a cumplimentar diversas leyes y normas que fundamentan el Estado de derecho que determina lo que podemos y lo que no podemos hacer.
Las actividades públicas y privadas se rigen por regulaciones normativas en cada caso concreto, siendo de vital importancia el cumplimento irrestricto de los parámetros que conducen su desarrollo.
Si cada uno de nosotros cumple su parte, existen altas posibilidades de convivir armónicamente resguardando nuestros derechos y el derecho de los demás.
Somos parte de un grupo social que depende de la participación de todos para su pleno funcionamiento.